Jorge Romero Herrera ha sido elegido como el nuevo presidente nacional del Partido Acción Nacional (PAN), tras una jornada electoral interna marcada por acusaciones de irregularidades y una participación relativamente baja de la militancia.
Con irregularidades, Romero avanzó
Con el 79.9% de los votos, Romero se impuso a su contrincante Adriana Dávila, sin embargo, la elección se vio empañada por denuncias de favoritismo hacia Romero por parte de la dirigencia nacional, encabezada por Marko Cortés, quien finaliza su gestión tras seis años.
La participación en la elección fue de apenas el 45% del padrón panista, lo que ha generado críticas sobre la representatividad de los resultados, donde se registraron diversos incidentes durante la jornada, como la presencia de funcionarios partidarios apoyando abiertamente a Romero, lo que contraviene los principios de imparcialidad en un proceso electoral interno.
Ante las acusaciones
Adriana Dávila, quien denunció irregularidades en el proceso, señaló que el PAN necesita recuperar su rumbo y convertirse en una verdadera oposición al gobierno. De igual manera, criticó el modelo de partido actual, al que califica como “simulador, tramposo, corrupto y ruin“.
Por su parte, Jorge Romero prometió reconstruir el partido y recuperar la confianza de los ciudadanos. Sin embargo, su elección se vio ensombrecida por las acusaciones en su contra relacionadas con actos de corrupción durante su gestión como jefe delegacional en la Ciudad de México.
La elección interna del PAN ha puesto de manifiesto las profundas divisiones al interior del partido y ha generado dudas sobre su capacidad para renovarse y convertirse en una alternativa viable para la ciudadanía.