El tequila desde 1974 es el reflejo de la tradición y la cultura de México. Este destilado es conocido como la primera Denominación de Origen del país. Su calidad y autenticidad lo han llevado a transformarse en un símbolo nacional y un orgullo internacional.
La elaboración de este licor creció velozmente en los últimos 50 años. En 1974, se crearon 53 millones de litros, de los cuales 23 millones se exportaban. Para el día de hoy, esos números se han incrementado en 599 millones de litros y 399 millones exportados solamente en 2023. Este desarrollo es el reflejo de cómo está impactando a la agroindustria tequilera y a la economía mexicana.
Protegiendo el legado del tequila
El Consejo Regulador del Tequila ha sido un punto clave en la conservación de su autenticidad y calidad. Su trabajo en vigilancia, certificación y protección de la Denominación de Origen es clave para seguir manteniendo su reconocimiento a nivel global, el cual está siendo protegido en 57 países como propiedad intelectual.
Su éxito no es accidente, es el resultado del empeño en conjunto de la Cadena Productiva Agave-Tequila. Desde los comercializadores hasta los agricultores, han trabajado para mantener su trascendencia en los mercados internacionales y para enfrentar los retos que se avecinen.
Para los mexicanos, esta bebida es un vínculo emocional, un alivio en momentos difíciles y un acompañante en el regocijo. En los primeros 50 años como Denominación de Origen, este licor sigue demostrando ser un ingrediente que reúne generaciones y es una parte importante para la identidad nacional.
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