Ayer, las Chivas Rayadas del Guadalajara y el Santos Laguna, de Grupo Orlegi, tuvieron una disputa. Los primeros se impusieron frente a los segundos con dos goles por delante y así, consiguieron sumar 3 puntos para la Liga MX de futbol mexicano.
Este encuentro entre las Chivas y el Santos nos recuerda una vez más el poder unificador y movilizador que el futbol tiene en México. Ha quedado comprobado que, más allá de ser un simple espectáculo deportivo, esta disciplina se ha convertido en un pilar de nuestra cultura y, desde luego, de nuestra economía.
El futbol mexicano: un fenómeno de masas
En nuestro país, el futbol es mucho más que un juego, es todo un fenómeno social que trasciende fronteras y une a millones de personas. La pasión de los aficionados mexicanos, la rivalidad entre los equipos y la identificación con la Selección Nacional hacen de este deporte parte fundamental de nuestra identidad idiosincrática.
La capacidad del futbol para generar emociones intensas y un sentido de comunidad es innegable, y se refleja en las multitudinarias asistencias a los estadios y los altos índices de audiencia televisiva.
Estrategia económica: un negocio multimillonario
Tanto ha evolucionado este deporte, que pasó de ser un simple pasatiempo a convertirse en una industria multimillonaria. La Liga MX es una de las más competitivas y lucrativas de América Latina, pues genera ingresos de gran importancia a través de la venta de derechos de transmisión, patrocinios, taquilla y venta de mercancía. Es por eso por lo que los clubes mexicanos son valorados en miles de millones de dólares y atraen inversiones de grandes corporaciones.
Según información de transfer markt (2024) la Liga MX está considerada como una de las más valiosas del continente latinoamericano, con un valor de mercado total superior a los 879 millones de euros, al cual ha contribuido tanto la inversión en jugadores como la adquisición de talento extranjero y la creciente popularidad de este deporte. Para no ir más lejos, la presencia de 170 jugadores extranjeros representa el 34.9% del total, lo que hace evidente la importancia de la internacionalización de la liga y su atractivo para talentos del todo el mundo entero.
El valor promedio por jugador es de 1.81 millones de euros y la valoración individual de figuras como Georgios Giakoumakis reflejan la competencia por los mejores jugadores y el potencial económico que genera el futbol soccer en México.
Desde luego, el éxito de la Selección Nacional en torneos internacionales también tiene un impacto económico que se ha vuelto trascendental y la clasificación para la Copa del Mundo genera un aumento en los ingresos por derechos de transmisión, patrocinios y turismo. Además, el desempeño del equipo en el mundial puede generar un impulso económico a corto y largo plazo, a través del aumento del merchandising futbolero que va acompañado del fortalecimiento de la imagen del país.
Desarrollo económico y social
Pero el futbol mexicano genera riqueza y mueve la economía del país. La industria futbolera crea una gran cantidad de empleos directos e indirectos, más allá de los jugadores y entrenadores, administrativos y hasta personal de estadios: vendedores de alimentos y bebidas y personal de seguridad. Además, el crecimiento de este sector ha impulsado la construcción de nuevas infraestructuras deportivas, lo que a su vez ha generado oportunidades de empleo en el sector de la construcción.
Este deporte también juega un papel importante en el desarrollo social, al brindar a los jóvenes oportunidades de desarrollo personal y profesional. Las academias de futbol y los centros de formación deportiva ofrecen a la juventud talento la posibilidad de convertirse en jugadores profesionales y escalar a niveles económicos más cómodos, lo cual genera movilidad social.
Los retos y las áreas de oportunidad
Si ponemos a este deporte bajo la lupa, seguramente observaremos que promueve valores como el trabajo en equipo, la disciplina y el respeto, lo que puede tener un impacto positivo en la sociedad en general. Sin embargo, a pesar de su enorme potencial, el balompié mexicano enfrenta una serie de retos cotidianos como la corrupción, la violencia y la desigualdad. Además, la concentración de la riqueza en unos pocos clubes suele despertar preocupación por la falta de equidad competitiva en la liga.
De igual manera, estos desafíos representan oportunidades para mejorar este apasionante deporte en México. La aplicación de medidas de transparencia y rendición de cuentas, así como el fomento de la competencia, pueden contribuir a un desarrollo más perdurable y equitativo del deporte.
El futbol mexicano es mucho más que un simple juego; es un fenómeno a gran escala que influye y trasciendeen la vida de millones de personas. Al comprender los elementos que rodean a este deporte, así como los retos que enfrenta, podemos trabajar para aprovechar al máximo su potencial y construir un futuro más brillante para este deporte tan apreciado.